viernes, 13 de febrero de 2009

Viajes y gente al otro lado del pc.

Con esta entrada voy a demostrar dos cosas: la primera es que sigo viva, la segunda es que tengo palabra y que tarde o temprano todo llega... tenía pendiente hablaros sobre unos viajes y voy a cumplir.
Para la gente que viaja mucho le parecerá una tonteria pero para mi que con 30 años no había viajado nunca sola supuso un paso importante y eso que me fui cerquita, no penseis que me he ido a Japón ehh (que ya quisiera, ya). Ya nos decía el Tio Mac (un ejemplo a seguir por todos) que viajar es algo que tenemos que hacer. Salimos de nuestra comodidad personal y nos aproximamos a lugares, situaciones, gentes distintas a lo que estamos habituados lo que no deja de ser un ejercicio de tolerancia y comprensión social. Cuando pensaba en escribir esta entrada iba a hablaros sobre los medievalistas y cómo en su literatura los viajes eran metáforas para explicar el crecimiento de las personas, cómo siempre en esos viajes aparecía junto al héroe un acompañante que le servía de guía, con cuentos sobre los lugares y consejos era el maximo responsable del cambio y crecimiento personal que el héroe experimentaba pero tras una conversacion que tuve ayer con una amiga he cambiao de idea. Pues lo que me hizo interesante y enriquecedor esos viajes no fue tanto el hecho de viajar, que también, si no la gente por la que viajé. Antes de los viajes eran apenas unas voces al otro lado del pc y poco a poco se están convirtiendo en amigos.

Entiendo que para mucha gente las relaciones a través de internet sea un tema difícil de entender, supeditan la amistad o el conocimiento a la cercanía hasta el punto que no las consideran "reales". Yo solo puedo hablar de mi experiencia pero desde luego no considero que eso sea así... Desde luego que nada puede superar el "tu a tu" pero no creo que las circunstancias sean las que determinan las relaciones. Tan sincero o falso puede ser una persona que conoces a través de internet como una que conoces comprando en el supermercado o en un curso o en una biblioteca... igual surje la afinidad, el rechazo, las dudas, el amor, la amistad... a mi lo que me determina todo eso es el corazón, los sentimientos y no las circunstancias. El resto son solo medios, factores externos que pueden hacer más o menos fácil, cómodo, intensas, rápidas o lentas las relaciones.
En mi caso he tenido buenas y malas experiencias en ambos campos quizás es por eso que no encuentro tantas diferencias... desde luego que preferiría poder quedar a tomar un cafe o salir por ahi más a menudo con algunos amigos de los que he conocido en internet pero ¿solo por eso hay que renunciar a una posible amistad? ¿tanto marca la diferencia la distancia o cercanía en el espacio? ¿no es más importante que esa cercanía se produzca en cuanto a sentimientos, intereses o maneras de ver la vida?

Por mi parte siempre me he guiado por el corazón (sin dejar de lado la cabeza que también soy muy racional aunque a veces no lo parezca :P) y me gusta que así sea aunque eso signifique tener algunos pedacitos de el un poco más dispersos.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Fantasmas

Lo malo de los fantasmas es que aparecen sin ni siquiera aparecer, basta una sombra de ellos para que estén aqui. Son un reflejo de nuestros miedos y se disfrazan de nuestros deseos más ocultos, nos hacen dudar, temer, pensar... los míos aparecieron ayer tras varios días rondándome.
Una conversación que nada tenía que ver con ellos, una leve alusión y me golpea de nuevo en la boca del estómago. He tenido una noche intranquila de sueños difíciles y me he visto como Alicia creciendo y disminuyendo de tamaño... tan pronto me siento como una mujer que como una niña y no sé en que papel me siento más a gusto. No quiero gatos risones que esconden su amargura tras una sonrisa ni ir detras de conejos blancos que solo siguen el dictado de un reloj para acudir a una fiesta que no es la suya... yo soy mi propia Reina de Corazones pidiendo mi cabeza por no saber jugar mis cartas.

Solo hay una cosa que me salva... mi vida no es un cuento, no soy una niñita rubia con un vestido azul y no uso delantal. No me despertaré porque no estoy soñando.

Para ahuyentar los fantasmas solo hay que encender la luz... y
son tan viejos ya que sin ellos no sería yo misma... casi que les tome cariño... además tengo cosas más inquietantes en las qué pensar... como qué significa "ummmm" o qué tamaño puede ser "así".