sábado, 7 de noviembre de 2009

Cuento Zen

EL MAESTRO IMPASIBLE

Un poderoso guerrero, a la cabeza de su ejército, invadió un país vecino.
Precedido por su reputación, nadie se atrevia a hacerle frente y mientras él avanzaba, atravesaba regiones desiertas.

Todo el mundo huía a su paso.


Un dia, en un pueblo, penetró en un templo y descubrió a un hombre de edad indeterminada, sentado, impasible, en la posición del loto.
El guerrero, interpretando la presencia inmóvil del anciano como un desafío, furioso, desenvainó su sable.


-¿Sabes delante de quien te encuentras, desvergonzado vejestorio? Podría traspasarte el corazón con este sable sin pestañear.


Sin sombra de preocupación, el anciano le respondió:


-Y tú, ¿sabes delante de quién estás? Yo puedo dejar que me traspases el corazón sin pestañear.