miércoles, 4 de febrero de 2009

Fantasmas

Lo malo de los fantasmas es que aparecen sin ni siquiera aparecer, basta una sombra de ellos para que estén aqui. Son un reflejo de nuestros miedos y se disfrazan de nuestros deseos más ocultos, nos hacen dudar, temer, pensar... los míos aparecieron ayer tras varios días rondándome.
Una conversación que nada tenía que ver con ellos, una leve alusión y me golpea de nuevo en la boca del estómago. He tenido una noche intranquila de sueños difíciles y me he visto como Alicia creciendo y disminuyendo de tamaño... tan pronto me siento como una mujer que como una niña y no sé en que papel me siento más a gusto. No quiero gatos risones que esconden su amargura tras una sonrisa ni ir detras de conejos blancos que solo siguen el dictado de un reloj para acudir a una fiesta que no es la suya... yo soy mi propia Reina de Corazones pidiendo mi cabeza por no saber jugar mis cartas.

Solo hay una cosa que me salva... mi vida no es un cuento, no soy una niñita rubia con un vestido azul y no uso delantal. No me despertaré porque no estoy soñando.

Para ahuyentar los fantasmas solo hay que encender la luz... y
son tan viejos ya que sin ellos no sería yo misma... casi que les tome cariño... además tengo cosas más inquietantes en las qué pensar... como qué significa "ummmm" o qué tamaño puede ser "así".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ánimo.

N.