martes, 13 de mayo de 2008

Almendro en flor - Vincent Van Gogh

Al final ayer no solté ni una lágrima, fue una emoción mucho más profunda sobre todo al observar a los nuevos papis que, como no podía ser de otra manera, están absortos y maravillados con su niña.

Entiendo a Van Gohg cuando pintó su obra Almendro en flor pues fue fruto de la alegría por el nacimiento de su sobrino... yo ayer habría pintado a Ana una y otra vez, estaba preciosa, como esas madres de las películas antiguas, plena, irradiando dulzura y calidez. Y Luis era un manojo de nervios contenidos y con su sonrisa que me encanta siempre en la cara, él en estado puro. Esa fue la sensación que me quedó ayer verlos a los dos en su mayor esencia.

Y de Jimena, que así se llama la niña, qué puedo contar, de todos los bebes que he visto la que mas despierta y espabilada estaba. Sólo tenía unas horas de vida y no para de moverse, de hacer gestos con la cara... que por cierto y no es pasión de tía pero va a ser una muñequica (ha salido a la madre) redondita, una naricilla y morritos respingones... ainsss que ricura, la vamos a malcriar entre todos los amigos y va a hacer de nosotros lo que quiera, nos mirara con esa carita y como para negarle nada... estamos perdidos irremediablemente y como encima tenga los ojos del padre ya ni te digo.

Y como no si ha nacido en creciente que es cuando se plantan las flores...

No hay comentarios: