jueves, 19 de junio de 2008

A qué huele esta noche...

Miércoles, bueno... ya Jueves, 0:25 de la noche... tengo sueño; tras apagar el ordenador voy a hacer la rutina de todos los días antes de irme a dormir... compruebo que a Alma le quede suficiente agua para la noche, como no tenía le relleno el bebedero... ella al verme se pone de pie y va hacía la puerta, quiere salir... le abro y se queda quieta, gira la cabeza y da dos pasos... últimamente cojea un poco y le da como seguridad que vayas con ella, o eso o está mas mimosa que nunca porque tenemos a Seri y ve que esta vez la visita se alarga más de lo normal.

El corral está oscuro... pero lo que mas me llega es el olor de la tierra y las plantas... esa mezcla de dulzor, frescor y tranquilidad tan caracteristicos... y tengo la sensación de estar levantándome más que yéndome a dormir... me huele a los momentos de mi infancia en que veraneaba en Valencia y me levantaba a las 6 de la mañana para pasear por los naranjos con mi bisabuelo, o cuando estando de campamentos me escapaba con mi amigo David antes de que nadie se levantara a buscar nidos, bichos o cualquier cosa que hubiera encontrado por el bosque... o a un día que fuimos los amigos de siempre a la casa de los padres de mi amigo Raúl en San Mateo de Gállego salimos a regar y recogimos cebollas... a los días en que mi hermano y yo en el descampado de la esquina cazábamos lagartijas...

Ese olor y ese momento le dio un nuevo sentido a las dificultades que ahora pasamos... porque cada vez que suben el IBEX o el precio de los tomates revalorizan, aún más si cabe, el esfuerzo que mis padres hicieron (y hacen) al construir esta casa. Porque más allá de ladrillos y hormigón es futuro, tranquilidad y recuerdos para mi, mi hermano y todos aquellos que formarán parte de nuestra vida.

Y cuando me metí en la cama la noche me olía a tierra y a la cálida certeza de que podremos con todo.