miércoles, 9 de abril de 2008

Verdad

Me cuenta mi hermano que hay un nuevo programa en la tele, un concurso en el que lejos de evaluar los conocimientos de los concursantes lo que se pone en juego a cambio de dinero es aspectos de la vida personal o mejor dicho hasta que punto dice la verdad cuando le hacen preguntas de carácter íntimo. Ni qué decir tiene que a mayor premio en juego mas comprometidas las preguntas.

Yo suelo ver poco la tele, me gustan las series pero prefiero descargármelas porque así las veo en v.o.s. y sin anuncios ni horarios; últimamente ando viciada con una de Courtney Cox (Mónica en Friends) que se llama Dirt. Me vi la primera temporada casi de un tirón y ahora ando capítulo a capítulo con la segunda. Es una crítica al mundo de los paparazzi, las revistas del corazón y las vidas huecas de Hollywood.


Tanto el concurso como la serie están basados en el mismo concepto: ¿hasta qué punto estamos dispuestos a comprometer nuestros secretos por dinero o fama? ambas con la misma certeza: todo el mundo tiene algo que esconder.

No creo que sea malo que todos tengamos parcelas que no nos pertenezcan mas que a nosotros mismos, no es lo mismo secretismo que intimidad pero cuanto podríamos mantener sin faltar a la verdad. ¿Guardamos cosas para nosotros mismos realmente por privacidad o porque nos avergonzamos de ellas? ¿Cuánta parte de intimidad guardamos en nuestra vida cotidiana y en nuestras relaciones interpersonales?

Por lo general me gusta sentirme orgullosa de mis acciones y es una máxima que suelo tener aunque no siempre lo consigo pero me da la impresión de que es otra de las cosas que hago al revés del mundo. Quizás también son las circunstancias que vivo últimamente pero me da la impresión de que el que progresa, el que tiene las de ganar en el mundo de hoy es el que mejor mienta, el que mas chanchullos cometa el que tenga a la verdad como enemiga mas que como bandera.
¿Es tan solo una cuestión de valores y prioridades de vida? ¿Es la sociedad la que nos impulsa ello?
En el fondo me da pena la gente así pero estoy segura de que a ellos también les daré pena yo. Y llega un punto que ya no se si nos autoengañamos cada uno con nuestra verdad.

2 comentarios:

HombreRevenido dijo...

La sinceridad, la buena conciencia, es uno de los vértices del barullángulo de la felicidad.

Digan lo que digan. Incluso aunque lo diga yo.

Wilwarin dijo...

Si de normal eso creo yo pero a veces dudo y todo... serán los malos momentos o el mundo que parece estar del revés.