jueves, 24 de abril de 2008

Como la luz... no tiene nombre propio


Bajo las manos frescas de la yedra ligera
el muro se despierta y levanta sus torres
y las piedras dejan caer sus vestiduras
y el agua se desnuda y salta de su lecho
más desnuda que el agua.

Y la luz se desnuda y se mira en el agua
más desnuda que un astro.
Y el pan se abre y el vino se derrama.
Y el día se derrama sobre el agua tendida.


Ver ,oír, tocar, oler, gustar, pensar...

Labios o tierra o viento entre veleros,
sabor del día que se desliza como música.
Rumor de luz que lleva de la mano a una muchacha
y la deja desnuda en el centro del día.

Nadie sabe su nombre ni a qué vino.

Como un poco de agua se tiende a mi costado.
El sol se para un instante por mirarla.
La luz se pierde entre sus piernas.
La rodean mis miradas como agua,
y ella se baña en ellas más desnuda que el agua.

Como la luz no tiene nombre propio.


Como la luz cambia de forma con el día.

(Octavio Paz)


Y así te siento yo... que como la luz no tienes nombre propio.

Y si lo tienes no pienso pronunciarlo.

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