sábado, 6 de octubre de 2007

Estación Internacional de Canfranc: ¿Restauración o vandalismo gubernamental?

Probablemente cuando leáis esta entrada digáis que no soy objetiva… bueno, no es mi intención serlo ni creo que pudiera; como artista me preocupa el tratamiento que se le da en España a la propiedad intelectual (quizás es que eso es solo competencia de las SGAE), como aragonesa me indigna ver como se atenta contra el patrimonio que es base y raíz de todos nosotros, como ciudadana me asquea ver como los impuestos que pagamos todos acaban en los bolsillos de los mismos de siempre en una estafa flagrante…

A qué viene esto os preguntareis… pues se trata de la Estación Internacional del Canfranc un emblemático edificio que a finales del s. XIX se construyó para nexo de unión entre España y Francia (y por extensión al resto de Europa). Lo que fue en su día un ejemplo de modernidad (no solo por los materiales empleados en su construcción propios de la arquitectura de carácter industrial, como el hierro, el cemento o cristal si no también por la riqueza de su mobiliario y detalles ornamentales Art Deco) es hoy símbolo del abandono y mercantilización a la que se somete al patrimonio artístico aragonés.

La segunda estación ferroviaria mas grande de Europa tras la de la cuidad alemana de Leipzig; más de 241 metros de longitud, 300 ventanas y 156 puertas dobles; destacó por las influencias del modernismo español y francés, y por su espectacular cubierta de pizarra (un material muy abundante en el pirineo y típico de las construcciones de la zona). En la parte norte, se encuentra el Coll de Ladrones, monumento edificado en el siglo XVII; y en la parte sur, está situada la llamada Torreta de la Fusilería, proyectada a finales del siglo XIX. Al margen del edificio principal, el proyecto arquitectónico inaugurado por Alfonso XIII en 1928 contaba también con varios muelles para el trasbordo de las mercancías y el depósito de las máquinas. Por su parte, el edificio de pasajeros constaba de tres partes que se desarrollan de de forma longitudinal. En cambio, en los extremos estaba instalada la zona aduanera, la comisaría de policía, el departamento de correos y un hotel internacional. Asimismo, disponía de dos pasos subterráneos. En el cuerpo central, se situaba el vestíbulo en el que se encontraban las taquillas. A lo largo de las distintas salas, se combinaban grandes ventanales, pilastras de un toque clasicista y trabajos realizados en madera.

Con una vertiente española y otra francesa (cada una con su señalización o medida de vías correspondiente) la estación fue testigo de la Primera Guerra Mundial (época en la que se ralentizaron sus obras) o de las relaciones entre España y la Alemania nazi… pero nada de eso le ha importado a las instituciones pues aun habiendo sido declarado el edificio Bien Patrimonio-artístico se han enfrascado en una restauración infame e interesada.

De la mano del arquitecto Don Jose Manuel Pérez Latorre y saltándose un proyecto inicial de restauración que sí se atenía a la ley de conservación del patrimonio, que respetaba la Antigua Estación del Canfranc (el del arquitecto Ezequiel Usón) se pretende rentabilizar esta restauración construyendo un hotel de lujo, con una capacidad de 200 suites, espacio para comercios y un sin fin de despropósitos. Para ello no solo se pretenden aumentar las dimensiones del edificio (debiendo para ello modificar y reforzar las estructuras originales, que por si el no lo sabe ya se lo digo yo siguen siendo patrimonio histórico-artístico) sino que en palabras del propio arquitecto, el ilustre Sr. Perez Latorre, se va a mejorar la estación.

Todo ello duplicando el precio pues lo que Ezequiel Usón preveía en siete millones de euros lo convierte Don Jose Manuel Perez Latorre en catorce millones. No creáis que la cuestión económica acaba ahí pues, tras un fallo judicial que daba como válido el proyecto inicial, el gobierno aragonés prefiere dar una indemnización (que imagino yo que habrá salido de los impuestos que pagamos todos) a Ezequiel Usón para que Don Jose Manuel siga adelante con su proyecto.

Ateniéndonos al significado que nos da la RAE de la palabra restaurar (Del lat. restaurāre). 1. tr. Recuperar o recobrar. 2. tr. Reparar, renovar o volver a poner algo en el estado o estimación que antes tenía. 3. tr. Reparar una pintura, escultura, edificio, etc., del deterioro que ha sufrido.

Está bien claro ¿no? En ningún momento veo yo que el termino “mejorar” se incluya dentro de lo que seria una restauración; ni siquiera me pongo a valorar el gusto arquitectónico, el conocimiento de la antigua estación o simplemente la adecuación a la ley de patrimonio que el Sr. Don Jose Manuel Perez Latorre tiene, que en ambos casos y para el monumento que nos ocupa diría que se queda más bien cortito. Quizás yo no entiendo mucho de arte pero para mí que variar estructuras, destrozar el mobiliario interior con motosierras y piquetas (una vez más se lo repito Sr. Perez Latorre y señores del gobierno a ver si así se les va quedando grabado QUE ESO TAMBIÉN ENTRA EN LA DEFINICIÓN DE BIEN DEL PATRIMONIO) no es ser fiel a la obra original. Que no es que a mi personalmente no me guste la visión que ustedes quieren darle a la estación es que si la varían ya no están restaurándola y por tanto están cometiendo un delito contra un bien patrimonial, que es de todos y que para más INRI lo hacen con nuestro dinero.

Cómo voy a ser objetiva si lo que me mueve a escribir esta entrada no es simplemente la cabeza que me dice que no debo callar sino el corazón que con ver lo que fue y en lo que han convertido la vieja y maravillosa Estación Internacional del Canfranc se me encoge… con esto pretendemos no ser los únicos en alzar la voz, por eso te pido que si nos lees, si te sientes identificado con nuestro sentir o simplemente intrigado no te quedes en la noticia, en la web hay mucha información sobre el tema para el que quiere buscar la verdad… coméntalo a tu familia, a tus amigos… no es una cuestión política, no es un negocio (en todo caso lo es para los que se embolsan nuestros impuestos) ni siquiera sé si llegaremos a tiempo de evitar el desastre total (no se sabe dónde esta la pizarra de la cubierta, ni si se han hecho moldes de las ornamentaciones de las columnas, ni dónde fueron a parar las grandes escalinatas o el mobiliario que aun se podría haber restaurado) pero si ésto es un pequeño granito de arena me daré por satisfecha…

Solo quisiera que la Estación Internacional del Canfranc sea respetada y restaurada cumpliendo la legalidad, que mantenga la belleza del edificio modernista que fue, que no se nos engañe con vana palabrería para defender un proyecto viciado por los intereses económicos que convierte la bella estación en una caricatura obscena orquestada por Don Jose Manuel Perez Latorre y el Gobierno de Aragón. Que si se ha de sacar rentabilidad construyendo un hotel (aun cuando ha de construirse una nueva estación en la zona) que así sea pero que se respete la cubierta de pizarra, que se recuperen los ornamentos Art Deco de las columnas, que volvieran las escaleras clasicistas y que por una vez los aragoneses seamos capaces de defender lo nuestro antes de que lo único que podamos hacer sea lamentarnos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente no se en que consiste el proyecto de reforma (que de restauración tiene poco parece ser) de la estación. A raiz del artículo me he dado una vuelta por internet y he podido leer las denuncias de Apudepa, en las que explican un poquillo los desastres que se están haciendo y se van a hacer en ese edifio.
Ciertamente es lamentable. Es lamantable ver como se pasan las leyes que ell@s mism@s crean por el forro. Es lamentable que se adjudiquen las obras a dedo a los amigotes. Es lamentable que con nuestros impuestos se haga una obra el doble de cara sumado a la indemnización al primer arquitecto que hizo el proyecto. Y es lamentable lo que van a hacer en la estación.
Pero claro entre un edificio restaurado y con algún uso público y un edificio completamente cambiado y con uso privado la elección esta clara...lo que de mas dinero.
En vez de recuperar la estación y volverla a usar, mejor hacer un hotel de lujo y una especie de centro comercial. Porque digo yo que volver a utilizar la estación y revitalizar el uso del tren pequeño no debe de interesar. Eso sería invertir dinero en las lineas de tren de bajo coste, por llamarlas de alguna manera, y claro como van a destinar dinero a eso teniendo los trenes de alta velocidad ¿no?. Quienes quieran ir a Canfranc (o incluso pasar a Francia ¿por que no?) ya tienen la estupenda autovia que pronto llegara a esa zona y que por medio de "sostenible" tunel de Somport pasara al pais galo. Claro que si, tu coche, 150 km/h por el Pirineo y si te cansas paras en nuestro fantastico hotel lleno de suites y de tiendas.
Me caliento con estos temitas.
Hay una frase de una gran sabia y filósofa que resume todas estas actuaciones de gobiernos: "Viva el mal, viva el capital"

Gracias.
Paz.

Anónimo dijo...

¡Que vergüenza de país! una reliquia así en estas condiciones, con arquitéctos contratados de manera irregular(López Latorre) y con gobiernos centrales que solo se preocupan: Izquierda de la violencia de género y la derecha de la Eta, en lugar de preocuparse en cuidar y mejorar las condiciones básicas de los ciudadanos y su patrimonio.

Si esta obra arquitectónica se hallase en Francia, Alemania o Italia sería un tesoro nacional de gran renombre internacional, pero como se encuentra en España, no dejará de ser una estación semi-fantasma en manos de empresas privadas, dada que la preocupación principal de los políticos españoles es la de llenarse los bolsillos de la manera que sea, sin escrúpulos.