sábado, 15 de marzo de 2008

Men In Trees

Hay series que simplemente entretienen y otras que como los buenos libros te muestran historias con las que pensar sobre la vida y sobre uno mismo... Men in Trees es una de las segundas.

Topé con ella por casualidad en la Fox haciendo zapping, creo que era el final del capítulo cinco o así, Anne Heche (que ya me gustó cuando hizo una película con mi Harry) era una mujer perdida en un pueblo de Alaska, hablando de una vida pasada en que los vestidos de fiesta eran prestados y los zapatos de tacón altísimo hacen daño; de un momento en que se da cuenta de que lo que ella tenía por una vida feliz no era tal. Entonces la mujer que retenía su ropa perdida le dice: - ¿si no va a ser esa chica nunca más, qué va a ser? - y Marin Fritz, que así se llama la protagonista de la serie respondía: - No tengo ni idea- Otra pequeña Alicia frente a una oruga pensé...

Ahí me sentí un poco identificada pues ya andaba yo a vueltas con la vida replanteándome algunas cosas y valorando todo en general.
Cuando al final del capítulo y desde una cabina de radio donde hacía un programa decía
- Por muy duro que nos parezca dejar atrás nuestro antiguo yo, a veces, al hacerlo es cuando más vivos nos sentimos. - pensé que ademas de alegrarme la vista con ese hombre de Alaska tan guapo que tenía de co-protagonista podía ser una serie interesante.

Busqué y me descargué los capítulos atrasados... en el capítulo uno nos contaban quién era la protagonista: una experta en relaciones que enseñaba a las mujeres cómo encontrar el "hombre ideal". Y entre ese argumento tan poco alentador para mí me topé con ésto:
Marin ante un grupo de mujeres dice: - ¿Cuántas creéis que encontrar al hombre ideal va a haceros felices? - Casi todas levantaban la mano y entonces ella replica - ¿Cuándo decidimos que otro es el encargado de hacernos felices? - Ahí fue donde me enganché a la serie... pues si dejamos a un lado el matiz de las relaciones de pareja qué no es la vida sino buscar la felicidad y eso era lo que realmente me estaba planteando. ¿Cómo recuperarla? ¿porqué dejaba mi vida en manos de otros? ¿porqué buscaba fortaleza en algo que no fuera yo misma?

A lo largo de los capítulos he encontrado reflexiones interesantes, ya voy por la segunda temporada que ahora se emite en Estados Unidos y he ido avanzando junto con la serie. Quizás las reflexiones y conclusiones que he ido teniendo hubieran partido de mi o de los amigos que han estado estos días conmigo pero no deja de ser un medio, cómo se nota la calidad de los guionistas americanos digan lo que digan, sobre todo si comparamos con las series españolas que últimamente emiten.

Ayer vi el capítulo diez de la segunda temporada y nuevamente me sentí identificada con una de las reflexiones que brindaba. Jerome, un viejo pianista que abandonó la música vive retirado en el pueblo y ante la pregunta de porqué ya nunca toca contesta: -He perdido la alegría por hacerlo supongo. Algo que adoras empieza a hacerse miserable, y lo mejor es dejarlo. Hubo un tiempo en que escuchaba música en el rumor de una hoja.- ¿No lo echas de menos?- pregunta Annie - El pasado es el pasado. No me regodeo en el. Es lo único que te mantiene abierto al futuro. Como conocer a tu madre (tuvo un pequeño romance con la madre de la chica que ha descubierto su pasado) El amor tiene una manera divertida de volver. Es como una sonata, en ese sentido.- - ¿Qué quieres decir? - sigue preguntando ella -Bueno, una sonata tiene tres movimientos. En el primero, la melodía nueva, a menudo vivaz. Pero en el segundo, la parte que estás escuchando ahora, las cosas pueden ser un poco oscuras y turbias, y no siempre se puede escuchar el tema. Pero la tercera parte siempre vuelve al principio. Las cosas tienen una manera de arreglarse por si mismas.- -Espero que tengas razón- contesta Annie - porque tengo que decirte que esta parte turbia del medio es una mierda.-

Me hizo pensar, puede que realmente la vida sea como una sonata y que éste tan solo sea el final de mi segundo movimiento. Quizás me anclé en el pasado como una manera de buscar en los demás lo que pensaba me hacía feliz. Buscaba la fuerza que no encontraba a través de los que me veían fuerte, como una imagen en un espejo y eso lejos de ser un punto de referencia me anclaba. Ayer di un paso importante del que estoy contenta, dejar parte del pasado atrás... ahora ya solo es cuestión de seguir buscando mi melodía.
Gracias a los que me habéis enseñado a leer la partitura, y a los demás no puedo dejar de recomendaros la serie.

5 comentarios:

HombreRevenido dijo...

Vaya, muy interesante.

El enigma de la felicidad se parece bastante a una melodía que se escucha entrecortada, se entremezcla con el ruido de la vida.

Me has hecho reflexionar un sábado. Imperdonable.

Wilwarin dijo...

Cualquier día es bueno para reflexionar Hombrere porque hemos de negarle ese honor a los sábados.
Si la reflexión ha sido buena me he ganado el perdón ¿no?

Anónimo dijo...

La gente no tiene tiempo para andar reflexionando los finas de semana por q el tiempo q pierde reflexionando es tiempo q se desustructura la familia y caen en la droga

PD:de mi opinion sobre esta serie mejor no te digo nada
PD2:Oo

Wilwarin dijo...

Oo la próxima entrada a ver si te gusta más. No la pongo ahora que los virus me tienen tomado el fortín, en que acabe con ellos y coja fuerzas vengo y la pongo. Procura no caer en las drogas mientras tanto.

PD- Y no des golpes de estado en mi ausencia que te conozco.

Unknown dijo...

huhuw