Miguel Indurain

Hoy hace 11 años y 11 días que Miguel Indurain colgo el mallot... me he dado cuenta por pura casualidad y no podía dejar pasar la efeméride. Siempre me gustó el ciclismo, quizás porque es uno de los deportes favoritos de mi padre y lo de sentarnos en el sofá a ver la Vuelta, el Giro o sobre todo el Tour son momentos que compartimos.

Me gustaba Cipollini, el bello le decían no sé si porque era elegante encima de la bici o por los mallots que lucía, o Pantani cuando atacaba, cuando ascendía la montaña pero mucho mas cuando bajaba que parecía que no tenía frenos... siempre le tuve una manía enorme a Virenque que no daba un relevo aunque lo mataran y aun se me hace un nudo en la garganta cuando recuerdo a Escartín entrando en meta con espuma en los labios como si de un pura sangre se tratara, pero... Miguel Indurain... ese si que era grande... no habrá otro ciclista como él.

Cada día más se pone en entredicho el ciclismo, los problemas de dopping y todo eso... si aplicaran la misma rigurosidad con todos los deportes veríamos cuántos escapaban de la quema sobre todo cuando hasta una aspirina se considera algo prohibido... pero hay una cosa que nadie puede negar y es el tremendo esfuerzo físico que éstas pruebas suponen, mucho más que cualquier deporte diría yo.
He tenido la suerte de conocer a un ciclista, pues aunque ya no compita está claro que lo que se lleva dentro es lo que nos hace ser y eso me ayuda a valorarlo aun mas; la tenacidad, constancia y sacrificios que se requieren. El trabajo en equipo, la búsqueda de la superación personal, el luchar por una meta y cumplir un sueño...

Hay cosas que deberían durar eternamente... que lástima que éste momento se produjera. De todas maneras sirva como homenaje a todos los momentos maravillosos que nos hizo pasar y a todos aquellos que siguen su estela subidos en las dos ruedas...